miércoles, 13 de julio de 2011

                                           La fascinación de  “Caribe Mágico”


Carmen Rodríguez, artista plástica, de Santiago de los Caballeros, es una mujer calida, sencilla, sabia, talentosa, y muy buena. Parecería sencillo, pero no lo es, a parte, pues ella posee la nobleza de lo culto, bello, y excelso. Aparte es muy profesional, es maestra de las aulas universitarias, ofrece servicio para la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, y, mientras mas dulce, e ilustre, es mas benevolente, y productiva.

 Como artista plástica Carmen Rodríguez,  ha deleitado al público otra vez,   con la presentación de la exposición de pintura  “Caribe Mágico”, mostrada en el Salón Principal del Palacio Consistorial, que alberga las instalaciones de la Sub Secretaría de Estado de Cultura para la Región Norte. E inaugurada con un acto hermoso y atractivo, que contó con la visita de pintores, gestores culturales, escritores, e intelectuales de la ciudad.

Carmen Rodríguez como ser humano es un modelo, un ejemplo de mujer sabia y profunda, de definido estilo personal y artístico. Ella  en si misma constituye  un constante mensaje de paz, de alegría de sensatez,  calidez  y solidaridad, y parece su arte una proyección del sentimiento y espíritu,  se percibe al observar sus obras las creaciones de un alma noble, diáfana, colorida, y de movimientos al son del viento, que imprimen identidad y derroche caribeño en lo observado.

La colección  “Caribe Mágico”, de Carmen Rodríguez, es un despliegue de talento, de inquietudes, de expresiones de una región vibrante,  de tan maravilloso tono, y acostumbrados a verlo y sentirlo en la cotidianidad de lo poseído,  a menudo nos pasa inadvertido, pero siempre es adorado, y lo extrañamos dramáticamente cuando lo disipamos de vista, y lo disfrutamos placidamente cuando estamos ante el panorama.

La artista logra aflorar nuestras inquietudes cuando valoramos lo nuestro, lo propio, nuestros paisajes, nuestras frutas, nuestras formas, movimientos, estilos, y colores, plasmados en sueños de espectaculares formas, caminos, frutos, flores, y figuras.
Son temas del Caribe, del entorno antillano, y sobre todo dominicanos, imágenes del Cibao. Campos idealizados vestidos de ilusión, de paraíso, de cosas nuestras como las chichiguas, las guaguas, los girasoles, las sandias, los cajuiles.

Amarillos vibrantes y apasionados con tonalidades de atardeceres, de sol,  alegría y felicidad. Espectro de los colores del paisaje caribeño manifiesto a través de impresionantes registros combinados con arte y creatividad, con habilidad sorprendente de mezcla autóctonas y mescolanzas antillanas.


La segunda de derecha a izquierda, es Carmen Rodríguez, en la presentación de su Caribe Mágico.

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